Fun Tour, recordando el verano I parte

Mirando por la ventana y viendo la que está cayendo, me parece incríble que hace poco más de 2 semanas estuviese en la playita torrándome al sol, de expedición por el Bioparc de Fuengirola, viendo tiburones y peces payaso en el Sea life de Benalmádena y surcando el Mediterráno a bordo del Joven María II. Hay que ver lo que dieron de si 10 días en la playa, todo, por un paquete de ocio que contratamos y el cual nos encantó.

Como íbamos a Fuengirola, podíamos aprovechar para volver a visitar su Bioparc, buscando información sobre los precios y horarios nos encontramos con el paquete Fun Tour, en el cual por solo 32 € tenías la entrada al Bioparc, al Sea Life y un paseo en barco, de la empresa Costasol Cruceros, en alta mar con posibilidad de ver delfines en libertad.
La idea del Bioparc y el Sea Life me gustaban, pero lo del paseíto en barco era lo más de lo más, nunca me había subido en barco y encima si podíamos ver delfines... eso era muy tentador como para dejarlo escapar. Además, Pelusa como es un Caillou, (todo lo que hace ese niño, menuda vidorra tiene el chaval), hacía tiempo que venía diciendo que quería subirse en un barco, así que dicho y hecho, contratamos el Fun Tour.

Lo primero que visitamos fue el Bioparc, a mi el zoo.... como que no. Soy más de campo que un chaparro y me encantan los bichos, pero en libertad, estoy acostumbrada a fotografiarlos en su medio y eso de verlos encerrados me produce mucha angustia, aunque tal y como está hoy el mundo, eso de "animales en libertad" es más una quimera que otra cosa.

Además, el concepto de Bioparc dista mucho de los zoos de antaño en el que los animales se exhibían en jaulas con barrotes, aquí se apuesta por recrear los hábitats y que los animales lleven una vida lo más fiel posible a la que llevarían en libertad. Tanto mimo y cuidado ponen, que ven recompensados sus esfuerzos en forma de nuevos miembros que consiguen nacer en cautividad.

Uno de los nuevos pequeñines que pudimos ver fue este pequeño Talapoin norteño el cual estaba amamantando su mamá.

A parte de lo bonito y bien cuidado que está en parque en general, una de las cosas que más me gusta es entrar en el Baobab, recreación de un auténtico árbol Baobab, el cual te lleva a las entrañas de Madagascar donde puedes compartir espacio con lémures en absoluta libertad.

De todo el zoo, estos animalitos, junto con las suricatas son mi perdición, hace años me enamoré perdidamente de un lémur rufo negro que vino a por mi cuando estaba intentando hacerle una foto, el cual, ni corto ni perezoso me escudriñó la cámara y todo lo que llevaba encima, y además me tocó con unas pequeñas y suaves manos negras, qué experiencia!!, es lo bueno que tiene poder observar animales en "libertad".

Como siempre, la visita a Bioparc, muy recomendable, nosotros estuvimos 6 horas, porque llegamos a medio día y los animalicos en las horas centrales también se echan una siestecita, digno de ver a los suricatos dando cabezazos muertos de sueño, así que hasta después de comer no pudimos verlos en plena actividad, la verdad es que por mi me quedaba el día entero haciendo fotos por allí, aquí os dejo con este video recopilotario de algunos de los animales que podéis encontraros en Bioparc Fuengirola.