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viernes, 15 de marzo de 2013

Una caja con sabor a mar

Tener un detalle o hacer un regalo, no tiene porqué tener una fecha especial ni costarte un dineral. El factor sorpresa o el hacer algo con el corazón aunque sea sencillo, siempre tendrá muchísimo más valor que el demostrar que te has acordado de esa fecha o que el importe material sea elevado.

Que a tod@s nos gusta que se acuerden de nuestro cumple y demás fechas especiales, que nos hagan un regalazo. Pero no me digáis que no os llega más adentro que un día cualquiera, sin esperarlo, tengan aunque sea un pequeño detalle con nosotr@s
Hoy os traigo uno de esos pequeños detalles que al que los hace no le cuesta nada, pero a quien los recibe le gusta el detalle.

Desde hace nueve años acudo fiel a mi cita al circuito de Jerez para ver los test de F1, y luego por supuesto, nadie me quita que me vaya a las playas de Cádiz, para mi, las más bonitas del mundo mundial, darme un paseito y hacerle fotos a la puesta de sol.
Como el año pasado Adrián estaba ya en el cole, se me ocurrió que podríamos coger arena, conchas y algunas otras cosillas que encontrásemos por allí para llevarlas a clase y enseñarles a sus compis lo que había visto en el viaje que había hecho, además, llevó un montaje con fotos del circuito para explicarles la experiencia. A él la idea le encantó, eso de hacer cosas, compartir, explicotear y sentirse importante, le chifla, a qué peque no le gusta tener su minuto de gloria... ;) jejeje
El detalle fue un éxito, a sus compis les encantó esa sorpresa de aparecer un día en clase una caja llena de arena para esturrear y conchitas para jugar.

Este año hemos repetido la idea y esta es la cajita marinera que ha llevado al cole para sus compis. Esta la compré en los chinos y ya venía serigrafiada, luego le añadí la deco, pero si queréis algo más barato podéis forrar cualquier caja, eso sí, que sea resistente y muy hermética que la arena pesa lo suyo y se cuela por todas partes, una deco marinera y listo, un detalle genial.


Dentro está llena de arena y de cositas que fuimos cogiendo por la playa, este año nos encontramos un filón, sacamos esqueletos de jibias, un trozo de esponja, conchas, varios tipos de caracolas, caracoles, y hasta varios esqueletos de erizos de mar, Adrián encontró uno enterito, más orgulloso él que todas las cosas no paraba de repetir, "ese es mío!!! lo he visto yo!".


Un detalle que no te cuesta dinero, pero que tiene su encanto y su parte didáctica para el cole.
Para los que viven cerca del mar tal vez no tenga mucho interés, pero para los que somos de tierra adentro traernos un trocito de playa nos gusta, que los de aquí la playa, nada más que en vacaciones ;)

 
Aquí tenéis a Adrián en pleno momento de recolección, anda que no disfrutó él nada, y aprendió! que es lo más importante.
 
 
Os dejo con una de las imágenes de la puesta de sol qué disfrutamos aquel día, me encanta fotografíar puestas de sol y si es en la playa... es ya lo más!.
 
 
Espero que os guste :)

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