A mí esto me da que pensar, recuerdo hace mucho tiempo como una amiga de mi hermano, ahora él tiene 25 años mirad si hace tiempo, tras pasar los Reyes por su casa relataba con orgullo que le habían traído, "20 cajas". No importaba lo que era, solo importaba si los Reyes habían traído el número estipulado de artículos que había pedido.
Por desgracia su caso no era el único, y mucho me temo que con el paso del tiempo los Reyes han ido derivando en eso, en consumismo puro y duro por parte de los peques, por supuesto, culpa toda de nosotros los padres.
Creo que los niños de hoy en día con taaantos cacharros a su alcance a todas horas, porque hoy pillan regalos y juguetes por como decía aquel anuncio de Nestlé caja roja "porque hoy es hoy", no saben darle valor a las cosas.
Creo que los niños de hoy en día con taaantos cacharros a su alcance a todas horas, porque hoy pillan regalos y juguetes por como decía aquel anuncio de Nestlé caja roja "porque hoy es hoy", no saben darle valor a las cosas.
Los niños simplemente piden y los padres de hoy en día, sufrimos y hacemos el pino con las orejas para concederles sus peticiones como robots programados, olvidándonos de que las cosas importantes en la vida no son "cosas", y que no tenemos porque darles todo el consumismo que nos exigen.
Pues para estas navidades os propongo un "cambio", cambiar un juguete comprado por compartir con los peques una tarde haciendo vuestro propio juguete.
El primer año de cole de Adrián, su profesora en navidad nos propuso hacer un amigo invisible, pero con un requisito, el regalo que llevásemos no podía ser comprado, tenía que ser algo hecho por nosotros. Como no, la idea me encantó y me vine lanzada a internet para encontrar inspiración.
Al no saber si el regalo era para un niño o una niña busqué algo que sirviese para ambos, al final me decanté por un juego de bolos.
Fácil, rápido y baratísimo. El cuerpo de los bolos son botecitos de Actimel, la cabeza una pelota de pin pon y para decorarlos cinta aislante de colores. Para guardarlos, una caja de zapatos forrada con papel de regalo y un cartón de huevos dentro para colocar los bolos, cinta de bies como asa y listo.
Papel celofán, una pegatina navideña y ya tenemos regalito.
Pues para estas navidades os propongo un "cambio", cambiar un juguete comprado por compartir con los peques una tarde haciendo vuestro propio juguete.
El primer año de cole de Adrián, su profesora en navidad nos propuso hacer un amigo invisible, pero con un requisito, el regalo que llevásemos no podía ser comprado, tenía que ser algo hecho por nosotros. Como no, la idea me encantó y me vine lanzada a internet para encontrar inspiración.
Al no saber si el regalo era para un niño o una niña busqué algo que sirviese para ambos, al final me decanté por un juego de bolos.
Fácil, rápido y baratísimo. El cuerpo de los bolos son botecitos de Actimel, la cabeza una pelota de pin pon y para decorarlos cinta aislante de colores. Para guardarlos, una caja de zapatos forrada con papel de regalo y un cartón de huevos dentro para colocar los bolos, cinta de bies como asa y listo.
Papel celofán, una pegatina navideña y ya tenemos regalito.
Si os animáis, por la red tenéis un montón de ideas para haceros vuestros juguetes caseros, los cuales seguro que les encanta hacerlos a los peques junto a vosotros. Yo tengo fichado este helicóptero tan majete que sé que a Adrián le va a molar.
Espero que os guste :)
Espero que os guste :)
felicitaciones por su creatividad .cuidamos el medio ambiente y damos alegria
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